lunes, febrero 20






Urgencias para los MIR

JOSÉ L. VILLENA --DIRECTOR DE GM--

Pocos son los facultativos que se escapan de realizar alguna guardia en su hospital, pero tampoco es un descubrimiento decir que el peso de las mismas, y sobre todo en los servicios de urgencias, recae sobre los médicos residentes, los 'MIR pequeños' como se denominan a los que se encuentran en el primer año de formación.

En la mayoría de los hospitales españoles, muchos de estos profesionales se ven obligados a realizar entre cinco y seis guardias al mes, a menudo sin librar al día siguiente.

Una encuesta realizada por la Asociación de Médicos Internos Residentes (Aemir) a 500 médicos de todo el territorio nacional puso de relieve datos estremecedores. Más del 50 por ciento de los residentes preguntados aseguraba que no libraba nunca después de realizar la guardia, por lo que llegaba a realizar jornadas de hasta 32 horas sin prácticamente descansar.

El 18 por ciento reconoció que durante sus largas jornadas de trabajo utilizaba fármacos de forma sistemática para evitar el sueño, mientras que el 33,7 por ciento lo hacía esporádicamente.

En este sentido, un estudio publicado en JAMA relacionó las consecuencias de la privación del sueño y la fatiga sufrida por los médicos durante las guardias, con la incapacitación que ello pudiera provocar en su tarea, y concluyó que equivalía a la ingesta de entre tres y cuatro bebidas alcohólicas.

Lo que resulta más alarmante de la encuesta de Aemir lo representa el hecho de que el 60 por ciento de los encuestados dijo haber cometido algún error grave en el ejercicio de su labor, y un 34,7 por ciento aseguró que había sufrido algún accidente de carretera tras finalizar la guardia.

Entre las dolencias o disfunciones más típicas que sufren los residentes se encuentran las cefaleas, lumbalgia, gastroenteritis, alteración crónica del ritmo del sueño y la depresión.

La presidenta de Aemir, Belén Alonso, justificó en su día la elaboración de este estudio "para disponer de la evidencia científica acerca de los efectos perversos de las guardias maratonianas sobre el desarrollo profesional y la propia salud de los MIR españoles".

Lo cierto es que los médicos internos residentes desarrollan una labor asistencial muy importante en la atención de los pacientes, aparte de su función formativa propiamente dicha.

Este hecho es algo que se ha ido 'institucionalizando' a lo largo de los años para suplir las carencias de personal del propio sistema sanitario, utilizando a los MIR como si estuvieran en plantilla y no para completarla.

El caso más flagrante, como comentaba al comienzo de esta tribuna, se produce en los servicios de Urgencias, donde la presión es mayor y la asistencia es más comprometida, responsabilidad que en muchas ocasiones es asumida por los médicos en formación.

Aquí entraría en juego un segundo agente, la posibilidad de crear una especialidad de Urgencias, iniciativa ésta que lleva reclamando Semes desde hace 20 años, y a la que se resisten tanto SEMI como Semfyc.

La Comisión Técnica de Formación Especializada del Ministerio de Sanidad ha iniciado los trabajos con objeto de determinar el grado de cualificación de las Urgencias y Emergencias, bien como una capacitación profesional específica o mediante una especialización vía MIR.

Las posturas son contrapuestas entre las diferentes comunidades autónomas, aunque todas coinciden en la necesidad de una formación troncal.

Sea como fuere, la realidad es que en un gran número de hospitales españoles, el 90 por ciento de la actividad en urgencias es resuelta por los médicos en formación, situación que sin querer ser alarmista representa un riesgo que deberían valorar y asumir otros, por la propia salud del sistema.

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