lunes, febrero 27


¿ Por qué dice NO Andalucía a la Especialidad?

A una reunión de responsables autonómicos de Salud, celebrada a finales del 2005, acudió una representante andaluza, al parecer, con un informe titulado

"Reflexiones sobre la inconveniencia de la creación de la especialidad de Urgencias".

Desde mi punto de vista personal es un documento plagado de errores, que demuestra cuanto menos su desconocimiento en este sentido.

En primer lugar, está elaborado en primera persona ("mi opinión", "pienso que"...) dando la sensación de que en su confección no se ha empleado mucho tiempo en convocar expertos andaluces alrededor de una mesa, sino que es fruto de la ¿inspiración? de algún tecnopolítico poco conocedor del tema.

Afirma que los profesionales que actualmente trabajan en Urgencias están en "situaciones que consideran de inferioridad por no pertenecer a servicios estructurados como el resto de los servicios hospitalarios, a excepción de Andalucía".

Pues bien, quizás donde más reclamaciones y quejas se producen sobre esta estructuración Urgencias-UCI, es precisamente en Andalucía.

Por tanto, el modelo del que tanto se presume no debe ser verosímilmente acertado.
Expresa líneas más abajo que "el propio concepto de urgencias...se contradice con el requisito de cuerpo doctrinal propio, ya que las urgencias españolas abarcan toda la medicina...que hace impensable que cualquier profesional, por prolongado que sea su período de formación, pueda adquirir tales conocimientos y habilidades". Grave equivocación, porque la Medicina de Urgencia debe encargarse exclusivamente de la fase inicial, aguda, sindrómica, de las enfermedades, requiriendo una corrección del déficit con medidas de soporte y estabilización que, en la mayoría de los casos quedan resueltos, si bien en algunos precisan la continuidad de la atención por otras especialidades.

En ese mismo modelo se encuentra la Medicina Intensiva, que abarca todo, pero sólo para un determinado nivel de complejidad de pacientes específicos, y no parece que su funcionamiento sea incorrecto.

Dice "no existen técnicas propias ni exclusivas de la medicina de urgencias". Pues, claro, tampoco de Medicina Familiar, de Medicina Interna...¿o es que la auscultación, por ejemplo, es una técnica exclusiva de alguna especialidad? ¿Acaso la intubación, la ventilación mecánica, el acceso venoso o la desfibrilación son exclusivas de Medicina Intensiva? Que yo sepa las utilizan también Anestesiología, Neumología, Cardiología, Neonatología, etc.

Continúa "no existe un área asistencial exclusiva". Otra perla más del desconocimiento del autor -asumido por sus responsables- porque continúa creyendo que las áreas asistenciales son estructuras físicas, en lugar de funcionales, y que el área de la Medicina de Urgencias y Emergencias es cualquier lugar, "allá donde se produzca el incidente o enfermedad", reza su definición.

Afirma que "en España el concepto de troncalidad en las especialidades médicas no existe, las especialidades no tienen ida y vuelta...condenando -véase el ejemplo de Medicina Intensiva- a unos profesionales a realizar toda su vida laboral una actividad penosa, estresante". Penosa es la lectura de semejante conjetura, poco contrastada y deficientemente planteada. La Medicina de Urgencias no sólo es la asistencia a las urgencias y emergencias ; tiene campo suficiente para desarrollar sin hacer guardias ni subirse a un helicóptero o meterse bajo un camión, como son la planificación de situaciones de riesgo previsible, actuación en centros de coordinación y comunicaciones sanitarias, centros operativos, asesoría y consultoría en planes de emergencias, formación e investigación en pre y postgrado, unidades de observación, centros de alta resolución, etc

Sigue "existiría la tentación.......de sobrepasar el límite actual de las urgencias, con la creación de unidades de reanimación de urgencias, críticos en urgencias, hospitalizaciones cortas, etc, con lo que podrían producirse duplicaciones...". Creo que el autor no sabe de qué habla, porque no hace falta llamarle unidades de reanimación ni críticos, simplemente se trata de emergencias, que deben ser gestionadas y resueltas por los especialistas en Medicina de Urgencias y Emergencias. Es decir, esa supuesta tentación estaría implícita en la propia especialidad, formaría parte de su contenido y debería ser desarrollada por estos especialistas.

Además, ¿por qué en Andalucía se integraron administrativamente, a través de una resolución de 1993, las unidades de urgencias con las de intensivos?

Pone el dedo en la llaga cuando dice "otra alternativa sería ampliar la actual especialidad de Medicina intensiva, transformándola en Medicina Intensiva y Urgencias.....el solapamiento entre Medicina Intensiva, Medicina Crítica y Medicina de Urgencias motivó, de hecho, que fueran muchos intensivistas los fundadores y primeros directivos de la SEMES, y todavía hoy hay muchos intensivistas con parte activa en dicha sociedad.....la experiencia de 11 años en Andalucía avala la posibilidad real de esta unión".

Y yo me pregunto: ¿se llegaría a ver un urgenciólogo en la UCI porque un intensivista pasara a hacer su papel en un centro de salud?

Cientos de veces he dicho y escrito que algunos intensivistas -e internistas, anestesiólogos, cardiólogos, pediatras, cirujanos...- gestamos la SEMES porque existía una encorsetada e inmóvil SEMU y porque había que incorporar el criterio de emergencia en la actividad a desarrollar y en la especialidad, y todos los pioneros de esa incorporación éramos gente proclive a una nueva especialidad, no a saprofitar algunas intervenciones en otra.

Emilio Moreno Millán - Socio nº 1 de SEMES
http://www.semesandalucia.org/index.php

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