viernes, febrero 3

El Dr. CASADO defiende la Especialidad en las Jornadas de Gestion del Area de Urgencias

La postura de la Sociedad de Urgencias a favor de una especialidad no parece monolítica. En contra del planteamiento oficial, Antonio Caballero, miembro de Semes y de Semfyc, ha abogado por las áreas de capacitación, una idea que, según él, defienden más socios de Semes.
La prolongada -y, de momento, infructuosa- lucha que en pro de la especialidad abandera la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) no parece despertar una adhesión unánime entre todos los miembros de la sociedad. Una de esas voces discordantes, la de Antonio Caballero, médico de familia y urgenciólogo en el Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, se ha dejado oír en las jornadas de Gestión del Área de Urgencias, organizadas por Recoletos Conferencias en colaboración con Diario Médico (más información en la página 18).
"En Semes no todos estamos de acuerdo con la postura que aboga por que exista una especialidad; lo que pasa es que esto normalmente no se publica, quizás porque somos más tranquilos", sostiene Caballero.
Aunque inicialmente ha eludido entrar en la polémica, el tema de la mesa -¿Cuál es el perfil más adecuado para el médico de urgencias?- y la adscripción profesional de Caballero -miembro simultáneamente de Semes y de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), las dos sociedades que más han polemizado en los últimos meses sobre la especialidad- han hecho vano su intento.
Eso, y el cebo que desde el público le ha tendido José Luis Casado, jefe del servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet, de Zaragoza, para que entrara al trapo de la dicotomía especialidad versus área de capacitación específica (ACE), posturas que defienden respectivamente Semes y Semfyc.
"No quiero polemizar, porque éste no es el foro, sobre si es mejor la especialidad o la ACE; sólo digo que el médico que trabaja en urgencias debe reunir competencias y acreditación suficiente para hacerlo, y creo que la Medicina Familiar y Comunitaria es la que mejor capacita al profesional para atender en estos servicios". Hasta aquí, la aséptica postura que Caballero pretendía mantener en su ponencia. Hasta aquí, la equidistante opinión de un profesional que compatibiliza la coordinación del Grupo de Urgencias y Atención Continuada (GUAC) de Semfyc, su trabajo en el servicio de Urgencias del Virgen del Rocío y su labor como médico de familia en un centro de salud de Sevilla.
Malversación de fondos "Creo que el perfil del médico de familia es el más aprovechable para urgencias. No es completo, porque necesitaría adquirir otras habilidades, pero admito que es el mejor". Magnánima concesión de Casado, adalid de la especialidad, antes de lanzarle su primera andanada a Caballero: "No acabo de entender lo de las ACE. Me parece que cinco años vía MIR, en Medicina de Familia o en otra especialidad, más tres de ACE para ejercer en un servicio de urgencias es un dispendio que el sistema no se puede permitir, casi una malversación de fondos públicos. Necesitaríamos entre ocho y diez años para formar a un facultativo de urgencias". Y para rematar, una duda: "Además, cuando se habla de ACE, ¿con qué programa se va a impartir esa capacitación? Porque no podemos olvidar que irá dirigido a especialistas con formaciones muy dispares, que pueden ser desde médicos de familia hasta internistas o intensivistas".
"¿Con qué programa? Entiendo que cada especialidad estará diseñando el suyo. Al menos, Medicina de Familia está trabajando en uno". Primera réplica de Caballero antes de coger fuerzas -"Hablar de malversación es como llamarnos malversadores a todos los que defendemos la ACE"- y terminar como empezó: "Pero insisto, no quiero alentar enfrentamientos ni polémicas. Estoy a favor del entendimiento y me consta que ambas sociedades también abogan por él".
Problema más acuciante Más allá de la diatriba e intentando sustraerse a ella, Caballero ha dibujado un panorama laboral en urgencias tan deficiente como el del resto de la Medicina, pero más acuciante aún: "Sufrimos la misma escasez de profesionales e idéntica penosidad laboral que nuestros colegas, pero el problema es todavía más grave en urgencias, con malos contratos, remuneración relativa escasa y una permanente fuga de profesionales que, en el caso de Andalucía al menos, se van a la Medicina de Familia, a la privada o incluso a Portugal, donde las condiciones económicas son más lucrativas".
El urgenciólogo sevillano admite que "la sostenibilidad del sistema público impide salarios más atractivos", pero aboga por un sistema que combine "una retribución individual digna" y otra diferenciada por objetivos, una gestión flexible del horario y una plantilla fija con contratos estables.
"En urgencias cuando estamos trabajando, estamos trabajando, no a la expectativa de hacerlo, de manera que el sueldo relativo por horas de trabajo es penoso".

Once autonomías, a favor. La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) inició su cruzada para lograr que la Administración reconozca las urgencias como una especialidad hace más de diez años. En 2005 ha logrado que al menos once autonomías (Asturias, Cantabria, Extremadura, Madrid, Galicia, La Rioja, Castilla y León, Navarra, Baleares, Canarias y Cataluña) brinden su apoyo y se manifiesten abiertamente a favor de la especialidad, ya que, según manifestó el consejero extremeño, Guillermo Fernández Vara, "es paradójica su inexistencia en un Sistema Nacional de Salud que exige una formación especializada para ejercer la medicina".
La última en apoyar la demanda fue Cataluña tras la reunión mantenida entre miembros del Ejecutivo autonómico y los representantes de Semes.
A favor del área de capacitación específica se muestran Andalucía y Castilla-La Mancha, que abogan por el acceso a esta formación tras pasar por Medicina Interna.
Diario Medico
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/profesion/es/desarrollo/615127.html

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