sábado, julio 24

La importancia del debate no está en la especialidad en sí mismo (sí o no a su creación), sino que está en el significado de la especialidad y su repercusión en la atención sanitaria y en la sociedad,.... (Reflexion personal, en voz alta, del Dr. Federico Sierra)


Creo que cualquier declaración de las sociedades científicas, sobre todo del tronco médico, ya no aporta nada en el debate sobre la especialidad de Urgencias. Incluyo en ésto también a Semes. Para ayudar a leer este escrito, me declaro socio de Semes, y votante de la actual Junta directiva, con lo que asumo todas las decisiones que se tomen.

Que se considere Urgencias como un área de alta especialización es un concepto que en realidad dice poco, por no decir que no dice nada, sobre todo teniendo en cuenta que hablan de Urgencias sociedades “médicas” que no pueden decir nada de Urgencias quirúrgicas (hay que incluir aquí todas las especialidades quirúrgicas y médico quirúrgicas, que posiblemente estarán en otros troncos), por lo que el debate es parcial, incluso interesado. Y supongo que como alta especialización, se refieren a las puertas de salida de urgencias, hacia dentro del hospital, o hacia los centros de referencia (constituyen un pequeño porcentaje de pacientes). No creo que se refieran a la puerta de entrada, donde hay que hacer la selección de pacientes, crucial para el manejo del 100% de los pacientes en Urgencias, y donde hay que estar muy pendiente de los que llegan con muy poca o ninguna repercusión. Resumiendo, que me da la impresión que sólo piensan en unas Urgencias superespecializada, dentro de los Servicios de Urgencias, que están dentro de un Hospital. Esto es insostenible, sin más comentarios.

Por eso creo que Semes no debe de hacer demasiado esfuerzo en continuar este debate, contestando y apostillando, que estoy seguro que a la administración no le interesa, y que sólo consigue mantenernos cabreados: reactivos pero no creativos, que es lo que hace falta.

La importancia del debate no está en la especialidad en sí mismo (sí o no a su creación), sino que está en el significado de la especialidad y su repercusión en la atención sanitaria y en la sociedad, que es lo que va a dar tranquilidad a la administración, pues se diga lo que se diga, la administración lo va a traducir en dinero, coste.

El borrador de decreto de troncalidad que leí cuando se divulgó, recoge todo el programa formativo necesario para ser médico de urgencias, implícitamente está recogida la medicina de urgencias en el borrador. Cualquier médico que haya adquirido las competencias que se detallan en el borrador es un médico de urgencias, y ahí está la la clave de todo el debate. Nuestra reacción no puede ser el cabreo y rasgado de nuestras vestiduras o la de los otros, que son espectaculares pero inútiles, sino la creación.

Tenemos que vender bien nuestras urgencias, las actuales, pues realmente sirven y sirven muy bien, y cualquier mejora que digan otras sociedades que van a hacer, desde el punto de vista formativo, apenas va a tener significado sobre las urgencias actuales, salvo el aumento del coste. Las actuales urgencias hacen eficiente al actual sistema sanitario, y esta cualidad es irrenunciable. Pensemos que ya existe un colectivo muy importante de profesionales, médicos enfermeros y técnicos, con unos resultados difícilmente mejorables, más allá del desarrollo normal que tiene cualquier actividad humana. No se puede inventar otra Urgencia, pues tendría que contemplar la actual y sólo permitiría añadir por arriba. Eso, repito, no es sostenible.
Un cordial saludo.

Federico Sierra Benitez, Urgenciologo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido casi en su totalidad con los comentarios de Federico Sierra, incluido el apoyo a la Junta Directiva.
Creo que no hay que perder ni un segundo en rebatir los argumentos que presentan los tres dirigentes de estas tres sociedades en contra de la creación de la especilaidad de urgencias. Son sus opiniones, que además solo logran reforzar nuestros argumentos. En eso tambien acierta Tomás Toranzo cuando es preguntado al respecto.

En cambio sigo desconfiando del gobierno, especialista en decir una cosa, y hacer la contraria. Puede sorpredernos con cualquier ocurrencia, incluso aprobando la creación de la especialidad. Son campeones en mantener la incertidumbre y en sorprender a propios y extraños. Solo entienden la presión y si estamos dispuestos a hacer todo lo que nos pidan desde SEMES (paro docente, y lo que haga falta)no dudo en que consigamos la especialidad. Solo pido a SEMES mas contundencia y convinción. Somos muchos los que estamos detrás. Mas de los que se piensan.

Mi discrepancia con Federico Sierra radica en que el programa docente del supuesto tronco medico puede que contenga muchos de los elementos que configuran el cuerpo doctrinal de nuestra especialidad, pero el tiempo que destina para su adquisición (los dos años comunes)es claramente insuficiente, solo permiten abordarlos de forma superficial, para tener una idea de lo que es la urgencia, por decirlo de una manera suave. Por ello, solo con esos conocimientos no se forma ningún especialista. Harán falta al menos otros dos años para profundizar en su adquisición y en el dominio del resto de competencias y así formar un autentico especialista. Es el tiempo que se dedica en Europa y en América para hacerse especialista en urgencias.

Despues hará falta estar identificado con los objetivos de la especialidad y con ellos hacer de todos nuestros servicios, hospitalarios y de emergencias, lugares de excelencia en el ejercicio profesional, lo que los hará mas eficientes, mejor valorados por todos (incluida la administración). Seguro que entonces las necesarias mejoras laborales vendran practicamente solas (cargas de trabajo, horarios, retribuciones, y un largo etc).

Animo, que el logralo está solo en nuestras manos.

Obelix (fuerza, convicción y lealtad, quizás tambien ingenuidad pero, compensado con lo anterior,seguro que es otra fortaleza)