miércoles, marzo 7

¡¡¡ Se levantan las caretas y vemos sus verdaderas caras, ..... FACME - SemFyC !!!

El intenso acercamiento de algunas organizaciones médicas a la órbita del poder puede tener pronto importantes consecuencias. Por un lado, la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, va a verse obligada a dar cuenta en el Congreso de los Diputados, si es que el PSOE no lo impide, de las razones que han llevado a su departamento a conceder determinadas ayudas a más de una sociedad científica a la que parte del sector encuadra dentro de la órbita de los socialistas. La petición parte del PP, formación que desde hace semanas viene recibiendo datos diversos sobre la aproximación no supuestamente desinteresada de algunos colectivos sanitarios al ministerio y a todos los proyectos que emanan del mismo. Por otro lado, dicho acercamiento puede hacer explotar a nivel interno varias organizaciones afines a Salgado, sus altos cargos y las tesis emanadas desde Ferraz.

La primera en la lista es la Federación de Asociaciones Científico-Médicas (Facme), el conglomerado de sociedades que mejor evidencia la fuerte división médica existente en España, y que en estos momentos se halla sumido en la más honda de las crisis. Los críticos con esta federación la acusan de perder completamente el rumbo desde la salida del ginecólogo Luis Cabero, y la entrada de José María Lobos Bejarano, y de actuar bajo el control más absoluto de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), a la sazón cantera de altos cargos de Sanidad. Los defensores, por su parte, niegan tales extremos y ensalzan su independencia.

Sea como fuere, lo cierto es que el apoyo de Facme a la polémica ley del alcohol de Salgado, un texto que ya es historia por decisión del propio Gobierno, ha agrietado las diferencias en su seno y un nutrido grupo de entidades asociadas ha decidido, como represalia, dilatar los pagos que venían realizando a la misma, en lo que constituye un golpe a su capacidad de financiación. El asunto no es baladí, pues Facme está siendo cuestionada por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la poderosa Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (Semes), la Sociedad Española de Neurología (SEN) y hasta la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), por no hablar de otras organizaciones médicas no vinculadas al mundo científico, que lamentan su presunta transformación en un mero instrumento de apoyo a las decisiones del poder.

La posible desintegración de Facme, o su fragmentación en dos partes muy diferenciadas, es un fenómeno que también acontece con otras organizaciones. La Organización Médica Colegial (OMC), cuya cúpula también respaldó una ley que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tumbó, constituye el mejor ejemplo. Con su manifiesto-trampa y las acciones que desplegaron en los días posteriores, los miembros de la Permanente han quedado tocados, y no son poco los presidentes de colegios provinciales que exigen dimisiones y relevos inminentes para mejorar la deteriorada imagen de la institución. En estos momentos, desconfían de la cúpula de esta entidad numerosos presidentes, sociedades científicas y el principal partido de la oposición, mientras que su único apoyo viene de la mano de un ministerio, el de Sanidad, que ha quedado desautorizado por el propio Gobierno al tumbarle la ley que con tanto ahínco defendía.

Por último, hay que decir que también la fractura en la atención primaria es brutal. El frente pro ministerio está formado por Semfyc y por la Sociedad Española de Medicina General (SEMG) de Juan José Rodríguez Sendín. En el bando opuesto se encuentran la combativa Semergen de Julio Zarco y la reformada Plataforma Diez Minutos. El viraje de esta última organización parece ya claro, tras el desembarco en la misma de María José Alende y CC.OO, el sindicato más crítico junto con la CESM de Carlos Amaya, con la gestión que está desplegando el Ministerio de Sanidad y Consumo.
http://www.gacetamedica.com/gacetamedica/articulo.asp?idcat=283&idart=251409

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese Dr. Lobos, ¿no es el fenómeno que dice que la FACME está en contra de la especialidad de urgencias, sin contactar con las sociedades científicas que integran la propia FACME?

Habría que preguntarle si el vino es un alimento de la dieta mediterranea o una bebida alcoholica, o quizas se lo preguntamos a la ministra Salgado tras unas copas y unos cigarritos en la Moncloa.

Agulera, Aguilera...Lobos y más lobos...La opinión "más experta" de la sanidad española. Así nos brilla el pelo...

Anónimo dijo...

Puede que la edad, se a veces buena consejera, elegi mi especialidad en 1976 Medicina Interna (aun no habia aparecido, la paranoia de la Medicina Familiar y Comunitaria) despues de mas de 25 años de Jefe de Servicio de Urgencias, todos mis adjuntos son Medicos de Familia, cosa que me temo esta ocurriendo en todas las urgencias del Pais, es duro combatir por una especialidad que de facto ya se ha introducido