Urgencias en el ámbito militar
El déficit de médicos militares con formación específica en Urgencias ha hecho que el Ejército deba recurrir a facultativos sin experiencia en este campo. A juicio de Semes, este dato evidencia que la creación de la especialidad es una necesidad acuciante tanto en el ámbito civil como en el militar.Francisco Javier Montero. Secretario de Formación de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias 08/10/2008
Recientemente ha sido noticia en la prensa escrita general -y en la especializada (ver DM del 18-VII-2008)- el envío a zonas de guerra por parte del Ministerio de Defensa de médicos militares sin formación en Medicina de Urgencias y Emergencias, concretamente de pediatras, ginecólogos y estomatólogos, al carecer el Ejército de suficiente número de médicos formados en este ámbito de la asistencia. Y es que la ausencia de la especialidad no sólo tiene consecuencias en el ámbito civil, sino también en el militar.
La falta de una especialidad en Medicina de Urgencias y Emergencias en nuestro país, a pesar de los esfuerzos que desde hace ya casi 20 años viene haciendo la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) para su creación por parte de los distintos gobiernos, origina que la formación reglada, estandarizada y garantizada por el Estado que debe darse a los profesionales sanitarios que se dedican, y se vayan a dedicar a ella, no exista.
Esto origina que los médicos con vocación por la Medicina de Urgencias tengan que buscarse la vida formándose por distintas vías, o autoformándose en muchos casos, además de propiciar que los servicios de urgencias de los hospitales públicos no puedan adquirir el grado de organización y adecuación de recursos necesarios para un funcionamiento óptimo, y más propio de un sistema público de salud que busca la excelencia en la prestación de servicios sanitarios.
En los últimos meses, los servicios de urgencias de la mayoría de los hospitales de nuestro país están sufriendo la fuga de médicos -hasta con 20 años de experiencia- que, hartos del caos asistencial existente en buena parte de ellos, y sobre todo de las nulas expectativas de desarrollo profesional, debido a la no aparición de la especialidad, buscan una salida profesional en otros ámbitos de asistencia. De continuar este flujo migratorio, los servicios de urgencias quedarán nuevamente en manos de los médicos más inexpertos del sistema sanitario público como son los médicos residentes de las distintas especialidades, mayoritariamente de primer año de formación, que por otra parte son los que actualmente actúan como médicos de urgencias, incluso no debidamente tutorizados, en aquellos hospitales que no disponen o están dejando de disponer del número adecuado de facultativos de urgencias. Los residentes, como especialistas en formación que son, no deberían tener la responsabilidad de la asistencia urgente hospitalaria en un momento en que ésta ha llegado a ser de una cualificación tal que sobrepasa la natural ignorancia lógica de su etapa de formación, al igual que sobrepasa la cualificación de cualquier otro especialista dado el amplio campo científico-técnico que abarca la medicina de urgencias. Ante este panorama, se volverá a lo que se llamaba eufemísticamente "la puerta de urgencias", o la ciudad sin ley, donde los residentes se afanaban en buscar a los adjuntos de las respectivas especialidades para escuchar la consabida frase de "esto no es mío" cuando el cuadro clínico del paciente no encajaba en el cuerpo doctrinal de su especialidad. Se volverá no "a estudiar al paciente para ingresar", sino a "ingresar para estudiar", con la consiguiente repercusión en la tasa de ingresos urgentes, único objeto de interés de muchas de las gerencias de los hospitales respecto al ámbito de las urgencias, y, lo que es más importante, a la reclusión del paciente por ingreso debido a una no cualificada atención urgente.
La "medicina de trincheras", a la que se hacía alusión en alguno de los artículos periodísticos referidos, no es lamentablemente exclusiva del ámbito militar, sino que también se vive diariamente en los servicios de urgencias de nuestros hospitales, aunque sólo sean de interés mediático con ocasión de repuntes asistenciales (epidemias de gripe, por ejemplo) o por hechos luctuosos en los que frecuentemente están implicados los inexpertos médicos en formación. Y la solución inicial de esto, evidentemente no la definitiva, es la creación de la especialidad.
Igual de inquietante en emergencias
En el ámbito de las emergencias la situación no es menos inquietante.
Dependientes de diversas instituciones (sanidad pública, ayuntamientos, diputaciones provinciales...), los servicios de emergencias reciben a médicos que no están preparados para el desarrollo efectivo de este tipo de medicina, teniendo que financiar su formación o, en el peor de los casos, permitir que facultativos sin experiencia ni formación específica accedan al puesto de trabajo y se autoformen, una vez más, en él.
Por todo ello, y por muchos otros factores que no hay espacio para analizar en este artículo, es inexcusable, ineludible y acuciante la creación por parte del Gobierno español de la especialidad en Medicina de Urgencias y Emergencias, tanto civil como militar.
Para ello, cabe recordar que el Parlamento español ha aprobado hace ya más de un año una proposición no de ley que insta al Gobierno a su creación (ver DM del 30-V-2007). Creemos que ya es hora de que la voluntad política de este Gobierno, y de todos los partidos políticos que por unanimidad apoyaron esa proposición, haga que los ciudadanos de este país -y las víctimas de guerra y de catástrofes de las zonas donde estén presentes nuestras prestigiosas Fuerzas Armadas- se beneficien de esta acción política.
Es lo único que falta.
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/profesion/es/desarrollo/1173100.html
5 comentarios:
Mas de lo mismo, el comentario en la carta es de sobra sabido, una reiteracion de semes desde hace 20 años, un comentario antiguo que no aporta nada nuevo, bla, bla, bla, bla.
Los politicos que son los que den la orden de creacion de especialidad se muestran tranquilos porque las puertas estan cubiertas de eventuales, trabajadores sin derechos, y que haceis por ello. un saludo a todos los curritos de urgencias
Seguramente es mas de lo mismo. Sin contar movilizaciones, que no sé cuantos estarían dispuestos a secundarlas -incluidos los que continuamente descalifican-,que otros argumentos debe utilizar la SEMES, sino los únicos que existen y que contiuamente deben repetir. Ójala que no se cansen de repetirlos, aunque tampoco se deben conformar solo con eso. Tambien deberían entonar el mea culpa por los "errores" cometidos, y fiarse de malos consejeros.
Pero agua pasada no mueve molino, y se debe seguir insistiendo por las únicas vías que han demostrado cierta eficacia. Y sin desfallecer que es lo que algunos esperan que se haga.
VIVA SEMES...VIVA EL EJERCITO...VIVA ESPAÑA
ABAJO LA ADMINISTRACION SOCIALISTA
MENTIROSOS
GANAREMOS PORQUE TENEMOS LA RAZON
CHECHU, SIMÓN Y MONEDEREO MENTIROSOS Y TRAIDORES.
DIMISIÓN!
VUESTROS AMIGOS DEL ESPECÍFICO
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